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Lo que no me enseñó el Colegio

Yo estudié en el colegio que para mis padres era la tapa del frasco según sus posibilidades…y lo agradezco no por lo que aprendí en el «San Agustín» que en realidad es una fábrica de estudiantes univesitarios, en mi época solo les importaba el número de alumnos que ingresaban a la universidad y lo publicaban en una cartelera orgullosos… Recuerdo que reparé matemáticas desde primer año hasta cuarto, y la lleve de arrastre etc.

Mi mamá preocupada por mi rendimiento académico y porque Noel, Sergio o Felicita, los 3 jinetes del apocalipsis pero en «profesores» se jactaban de cuantos reprobados tenían y la llamaban por le decían que no serviría nunca de nada…por cierto se les olvidó quien estando raspado llegó a los nacionales de «cenamec» de las olimpiadas de #matemáticas con una pana también raspada llamada Kayaurima…¿raro no? Cómo era tan bruto en matemáticas, tenía que ir desde la Ud4 de #Caricuao hasta Ruizpineda a la casa de «Luis Díaz» un loco en cholas con media, que te ponía a hacer 100 ejercicios diarios, algo así como un Miyagi de la reparación. Yo iba todos los días, en un autobús que pasaba por la parada de queseras, hasta la Guardia nacional y de allí caminaba 1 km para llegar puntual a las 2pm. El autobús costaba 5bs, en los primeros meses pagaba, ya el 4to mes me hice amigo del viejo «José» un tipo amargado que manejaba con una toalla verde mojada en el cuello…Un día me dijo, pasa por encima del torniquete y me senté en el asiento naranja el alto! Y me dijo para donde vas tú todos los días con es cuaderno, le respondí a estudiar estoy raspado, me dijo no pague más, guarda cada fuerte es un plátal al mes!

Con el hablaba de política, béisbol, conocí a todos los conductores de la línea y al final de mes me quedaba dinero…un día me quedé dormido y llegué al centro, me bajé » y que» para conocer, y me metí en la Hoyada, habían sarcillos, perfumes… compré varias cosas que luego vendí a los profesores… vendí tanto que habían profesores que me debían y más nunca me rasparon… Moraleja 1 cuéntale siempre a alguien tus problemas, no saben si están para ayudarte… Moraleja 2 todo el mundo tiene una debilidad encuéntrala y saca provecho.

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