Cuando dejé mi #empleo sentí eso y más. Hasta el último día que me largué de aquella #escuela me sentía atrapado en mi propia prisión mental, y eso estaba empezando peligrosamente a comerse mi propia alma.
No estaba 100% seguro de lo que quería hacer, pero sabía con absoluta certeza que algo tenía que #cambiar.
Y así lo hice. Cuando acorralas a un animal en una esquina, éste no tiene más opción que salir y pelear.
Durante años, hice sólo lo mínimo: estudiaba lo justo para aprobar, hablaba lo justo con otras personas iba al trabajo solo a trabajar… Toda mi #vida la vivía con esa mentalidad, la de hacer lo mínimo posible.
Necesitaba cambiar y rápido. Para hacerlo tuve que mirarme a mí mismo en un espejo y aceptar que la única forma en que podía conseguir algo era con total transparencia.
Descubrí que el #éxito es un hábito forjado con una combinación de #tiempo y esfuerzo. No hay atajos. ¿La vida es más fácil una vez que dejas tu trabajo por una vida de #incertidumbre? Por supuesto que no. Lo sentirás como si fuese un continuo ataque a tus sentidos. ¿Sabes lo que es tratar de no hundirte para salir a flote? Aquí tratarás de no hundirte en arenas movedizas.
Tan sólo mantener tu cabeza en la superficie será una tarea hercúlea por sí misma. Olvídate de intentar administrar un elegante y glamuroso #negocio. Poner comida sobre tu mesa y pagar tu renta se convertirán de repente en las únicas metas que te importarán.
Pero aprendes a seguir adelante.
Y tu seguirás en ese trabajo que odias otro año más?