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Lo que el futbol hace en las escuelas

Yo no soy fanático del #Futbol pero Contrario a los demás deportes como el #béisbol, el #baloncesto, el #críquet y el dominó donde solo vas, juegas, te entretienes un rato y te vas acostar para tu casa, en el fútbol latinoamericano una vez pisas el terreno de juego, entras automáticamente en el “To do list” de la muerte.  No me estoy refiriendo a los futbolistas que se mueren espontáneamente en el mismo medio del campo, sino  al futbolista asesinado por haber metido un autogol que descalificó a #Colombia de un mundial, a las superestrellas #Ronaldo y #RobertoCarlos que uno tuvo que retirarse para siempre y el otro salir huyendo de #Brasil para que no les mataran la familia porque el equipo no ganó, y a los casos en que a los futbolistas les caen a tiros una turba como “amenaza” para que empiecen a ganar partidos o los jugadores apuntan con armas a los fanáticos o simple y llanamente se disparan

El fútbol como hasta ahora lo conocemos, el europeo, empieza con un ritual relativamente simple: himno, foto del equipo inicial con unos muchachitos en el medio, un saludo de los capitanes, todos al círculo, muchos flashes de cámaras, pitazo y saque. En Latinoamérica…

Nunca he entendido cual es la ciencia detrás de inundar el estadio con lo que, presumo es papel higiénico sin usar (por Dios! esperamos que sea sin usar), antes, durante y después del partido. Pero menos entiendo los controles de lo que puede y no se puede entrar en un estadio. “Prohibido entrar con armas blancas, armas de fuego, bombas y cigarrillos” por ende se pueden entrar botellas no rotas, bengalas, papel higiénico, piedras, tijeras, cinceles, ataúdes…

Te cuento todo ésto porque fui a un juego de fútbol,entre dos colegios de niños ricos en Caracas, en verdad ya entendí porque el futbol es así! Entre papás bebiendo ( ahora estos colegios son como un club donde van a beber y las MILF a lucir sus nuevos CC en los senos buscando carne tierna entre los del último año) Noté que el peo del futbol comienza desde casa, copiamos lo peor, los chamos crecen con un papá que les gritan desde las gradas al árbitro o al #entrenador y una mamá prepago. Y cómo era de esperar el juego terminó a coñazos.

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