Todos conocemos en nuestra vida diaria auténticos especialistas en no implicarse en nada, hacer lo justo, escaquearse a la menor ocasión y no aceptar responsabilidades en ningún momento.
Esa gente Incolora, Inolora e insabora. Yo no la quiero en mi #vida.
Imagina que tu vida es un partido de #pocker o un octágono de #mma, muchacho UD debe salir a #matar así de fácil.
Y no es que vas a salir a «no perder». Hay quienes se deciden por esta opción y tienen claro que deben destruir el juego del contrincante, tirar coñazos a diestro y siniestro aunque sea para que no te de #nockout , pero se trata de » no perder» no de ganar. Estos personajes no arriesgan prácticamente nada y suelen conseguir que poca gente les gane. El hecho de no perder con contrincantes mejores que ellos es la recompensa, para mí son perdedores. ¿Y qué pasa con el jugador que sale de inicio a ganar? Somos una espécie en peligro de extinción. arriesgo todo por conseguir el objetivo, solo pienso en dar lo mejor,en potenciar mis cualidades al máximo, en mejorar las debilidades, en entrenar a diario, en aprender cosas nuevas, en estudiar al contrario, en #competir al máximo nivel y siempre con limpieza (es lo deseable). Nuestra principal virtud es que no estámos condicionado por el resultado y salimos a matar porque no conocemos otro modo de jugar.
Para mi, salir a ganar significa desplegar todo mi #talento, habilidad, #inteligencia y capacidad de creación para conseguir un objetivo. Por supuesto este despliegue de cualidades implica un riesgo que no todo el mundo está dispuesto a asumir: el riesgo a #fracasar.
Siempre que el objetivo sea #ganar, aunque aparezca el fracaso, se aprende de él para mejorar y estar preparado de nuevo para el siguiente encuentro. La lectura debe ser entonces que si se sale a ganar se gana siempre, porque perder nos da la oportunidad de corregir y ser más fuertes para la próxima. ¿Por qué la gente no sale siempre a ganar si siempre se gana? Quizá porque el mayor enemigo no está en el campo si no en la mente!