Saltar al contenido

Nuestro cuerpo tiene un exquisito sensor de #hidratación, un mecanismo homeostático refinado durante millones de años de evolución.

Si es tan poco fiable como nos quieren hacer creer, es increíble que hayamos sobrevivido todo este tiempo sin contar con cantimploras ni agua embotellada, toda una hazaña.

La recomendación de beber «x» litros de agua al día promueve la idea de que debemos ignorar los mensajes básicos de nuestro cuerpo. ¿No tienes sed? No importa, sigue bebiendo porque no has llegado a tu cuota diaria. No te preocupes si tienes que mear cada dos horas o si te estás reventando a media noche.

Igualito que los beneficios del ayuno no son promocionados porque no ayudan a vender nada, la industria prefiere bombardearnos con los riesgos de no beber suficiente, pero se les olvida alertarnos de los peligros de beber demasiado.

El veneno está en la dosis mis panas, y literalmente es posible intoxicarse con agua. La hiponatremia, como se conoce este efecto, es un peligro real. Más corredores mueren de hiponatremia que de deshidratación pa’que lo sepáis.

Sin llegar a estos extremos, un exceso constante de agua, con una dieta muy baja en sal, puede reducir los niveles de sodio en sangre lo suficiente como para que se produzcan efectos negativos a largo plazo, por ejemplo fracturas óseas e infarto de miocardio
A nadie le dará #hiponatremia por beber 2-3 litros de agua, pero forzarte a consumir permanentemente más agua de la que necesitas es probablemente más perjudicial que beber simplemente cuando tienes sed… El agua de la comida es agua. El agua de la leche, café o té es #agua. Incluso el agua de la Coca-Cola (¡argh!) es agua hasta la del anís. Algunos expertos dicen que para cumplir tu cuota diaria sólo debes contar el agua pura. Esto es absurdo.

Y por supuesto no caigas en las estafas del #aguaconoxígeno, #aguapenta o #aguaalcalina. Agua es agua, y dudo que podamos mejorar su fórmula (H2O), por mucho que lo intentemos.

La vaina de fondo es que cuando tomamos una recomendación general como dogma, sin cuestionar su origen o los intereses que hay detrás, simplemente perduramos un mito y permitimos que se sigan lucrando con nuestra salud.

#ChaoVale

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.