Nuestros cuerpos tienen algunas adaptaciones fascinantes para hacer frente a la contención de la respiración en entornos marítimos. Tenemos un «reflejo de buceo de mamíferos» que se activa cuando empezamos a contener la respiración. Esta respuesta ralentiza nuestro ritmo cardíaco y reduce la circulación en nuestras extremidades para preservar el oxígeno, y nuestros bazos responden liberando más glóbulos rojos en la circulación. La frecuencia cardíaca comienza a disminuir a los 10 segundos de contener la respiración. Continúa disminuyendo en la mayoría de las personas hasta que toca fondo en aproximadamente la marca de los 80 segundos. Esto es diferente en los apneístas entrenados, cuya frecuencia cardíaca toca fondo más rápido, en 30-60 segundos. Si bien esto sucede en tierra firme, el efecto es más fuerte en el agua, específicamente si nuestra cara (particularmente las fosas nasales) se coloca en agua fría o fría. Lo más interesante es que estudios recientes han descubierto que, si bien la circulación de los músculos de las extremidades se ve afectada, nuestros cuerpos en realidad aumentan la cantidad de oxígeno que llega al cerebro. En un estudio, los niveles de oxígeno en el cerebro promediaron aproximadamente un 4% más de lo normal después de 60 segundos de aguantar la respiración. Este efecto no es permanente, obviamente. A medida que pasa el tiempo y se consume más oxígeno, hay menos O2 disponible para el cerebro a pesar del aumento del flujo sanguíneo. La mayoría de las personas comenzarán a sentirse severamente hipóxicas una vez que sus niveles de oxígeno en el cerebro hayan disminuido en aproximadamente un 5% por debajo de la línea de base, y saldrán a la superficie y tomarán otra respiración. Los apneístas experimentados son más eficientes y controlan su frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno de manera más efectiva, pero aún ven caídas de O2 y aumentos de CO2 que no son tan diferentes de las personas normales. Su capacidad para permanecer bajo el agua por más tiempo se debe principalmente a su mayor tolerancia a la hipoxia y la acumulación de CO2. Ellos hacen las mismas cosas, pero pueden permanecer cómodos por más tiempo.
El reflejo de buceo de mamífero de los atletas tácticos
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