Hoy Jueves es el día propicio para contarte cómo el enojo conspira contra tu peso y tomes conciencia por qué es necesario que evites caer en esos estados de ánimo:
Cuando te enojas:
Te fatigas y aumenta tu hambre.
Tus células cargadas de lípidos liberan grasa en tu torrente sanguíneo.
Las paredes de tus arterias se endurecen y la grasa acumulada se convierte en colesterol malo.
Y por si fuera poco… el enojo hace que envejezcas más rápido de lo normal. ¿Cuéntame cuál va a ser tu plan de ahora en adelante para expulsar al enojo de tu vida? ¿Crees que vale la pena arruinar tu vida, tu peso y tu apariencia por enojarse? Yo te aseguro que no.