Hay un momento en la «marcha de la muerte» en que quedas sólo.
Y la soledad en una montaña con unos 15 kg de equipo donde el ascenso prácticamente desvastador y merma la moral de cualquier hombre…
En un instante sabes que solo te queda terminar, y dar cada paso con seguridad…hay un trayecto de piedras de unos 12 km en bajada que provoca sentarse a llorar… Quieres avanzar rápido y no puedes pues una fractura de tobillo sería lo mínimo que te ocurriría. Y la ayuda más cercana sería un compañero que te encuentre pero pudiese ser muy tarde…
Ayer culmine mi 8va marcha, fue duro, muy duro el cambio de ruta (según más suave) me hizo reflexionar mucho acerca de la jerarquía moral.
Cuando eres entrenador de atletas tácticos, no puedes llegar con unos Nike Metcon , un reloj suunto y decir… Yo soy entrenador físico de fuerzas especiales….En Este mundo hay que demostrar y mucho…
Caminar está marcha con hombres 20 años menor que tú, y el más viejo de ellos apenas llega a los 30 años, no es una mantequilla. Tienes que agarrar tus 41 y aguantar esa pela, pero no solo eso, llegar de primero y con ventaja y que te sobre media botella de agua es la obligación, para que cuando tú le digas vamos a hacer un entrenamiento de nado táctico de 10 km, nunca duden de tu idoneidad profesional.
Mientras venía frenando con las uñas de los pies, pensaba en lo importante de tener moral, de poder pararte delante de personas y decir…»yo soy»
También pensaba en esos entrenadores que asignan programaciones a sus clientes, cuando ellos no harían ni la mitad del entrenamiento…
Un atleta no necesariamente será un buen entrenador, pero un Entrenador siempre podrá ser un buen atleta!
Un abrazo