Yo no puedo decirte la clave para que tus clientes no se vayan de tu gimnasio, de tu Box, de tu cancha o donde sea que los entrenes; pero sí te puedo dar seis pilares esenciales para conseguir fidelizarlos, consiguiendo que el número de retiros se reduzca o sean iguales a cero. Estoy hablando de la regla de las seis “C”. Competencia. Si no tienes formación no obtendrás los resultados esperados, y claramente tus clientes irán a la competencia. Hay entrenadores personales que basan toda su estrategia en la motivación y la psicología, consiguiendo en muchas ocasiones afianzar a clientes, pero si no cuentas con la formación adecuada, y no sigues formándote durante toda tu carrera perderás muchos clientes potenciales.
Comunicación. Si no eres buen comunicador, tus clientes acabarán perdiendo al confianza. Durante una sesión de entrenamiento, no solamente vas a prescribir ejercicio físico, sino que en muchas ocasiones las conversaciones con tu gente pueden hacer que un cliente tenga ganas de repetir o no quiera volver más.
Conocimiento. Hazte esta pregunta: ¿Conoces a tus clientes? Habitualmente la respuesta es un SI rotundo, pero si tus clientes te dejan a los 2, 4 o 6 meses de empezar a utilizar tus servicios algo de ellos no conocías, y no has encontrado el interruptor que consiga afianzar su confianza contigo.
Credibilidad. Si tu cliente cree en ti, tienes mucho camino hecho, ya que si cree que puedes conseguir alcanzar sus objetivos nunca te abandonará.
Confidencialidad. Es sinónimo inseparable de la profesionalidad. El día a día de todo entrenador personal es pasar de una persona a otra, pero los temas conversacionales no deben unirse; cada cliente es único, y no se debe hablar de ellos en ninguna circunstancia.
Convicción. Un entrenador personal debe tener convicción, no se trata solamente de divulgar información o conocimientos, sino que hay que conseguir transmitir información 100% verosímil. Aunque esta esté contrastada no significa que nuestro cliente la crea.